Clase Grumete

Presentación de la
Clase Grumete

GRUMETE

Una clase de porvenir por su precio y sus condiciones marinas

por Germán Frers

A la necesidad permanente que nuestro yeching tiene de un monotipo que se encuentre a la altura de nuestro adelanto y al mismo tiempo de nuestras posibilidades económicas, hoy más que nunca reducidos, he dibujado el “Grumete”. No fueron menos decisivas en esto sentido las demandas de YACHTING ARGENTINO a quien ofrezco desinteresadamente mi trabajo que su difusión hará llegar a los ambientes náuticos.

A cada paso encontramos aficionados que desean comprar un barco disponiendo de medios que no pasan de los dos mil quinientos pesos, cantidad que sólo alcanza para adquirir un barco seductor por sus dimensiones, pero en lamentable estado por su larga o por su mala vida. Lo extraordinario es que nuestro yachting no posea un barco de precio económico comprendido entre los pequeños barcos de regata como el “snipe” o «4.50» y nuestros clásicos barcos de regata «Rio de la Plata», «22 metros» y «5 metros». El único barco que por sus dimensiones y precio se encontraba equidistante de estos extremos, es el «colleen” que cumplió una obra memorable hace años, formando la base de nuestro yachting, pero que hoy ha sido desplezado por una técnica modernizado.

Además he podido observar que las características físicas de nuestro río, con su régimen de vientos y su ola corta, exige un cierto desplazamiento mínimo y una suavidad de líneas poco compatibles con los pequeños barcos de orza.

Esla restricción y la impuesta por un bajo precio de costo, me indujo a la adopción de la construcción en V, que no sólo presenta ventajas económicas, sino también un interés insospechado al dibujante por sus cualidades marinas no suficientemente valoradas.

Fundado en ideas parecidas había dibujado en 1935 el “Chorlo” de cuya experiencia me he basado para diseñar el «Grumete”. En aquel entonces se popularizó en Alemania el Walboot, casco en V de grandes
cualidades que en mi viaje a ese país, con motivo de las Olimpíadas de 1936, pude observarlo de cerca.

Después de maduras reflexiones y pacientes cálculos comparativos, el resumen de mis conelisiones están condensadas en esto barco que hoy presento a los lectores de YACHTING ARGENTINO.

Su desplazamiento de 1.200 kilos y sus líneas armoniosas y nobles le derán un comportamiento ágil y efectivo en nuestra corta marejada y su aparejo moderno de veinte metros cuadrados de velamen ciñendo, sin burdas de trabajo y con un triángulo de proa bien surido y eficiente, permitirán el máximo de satisfacciones a los regatistas.

La idea primordial de este dibujo es la formación de un monotipo, de regata para lo cual reúne condiciones sobresalientes.

EL "GRUMETE"

por Germán Frers

En el número anterior de Yachting Argentino, hice la presentación del “Grumete”, como un pequeño velero de costo moderado y de muy buenas condiciones como barco de regata y para cruceros cortos.

Desde entonces he recibido gran cantidad de correspondencia, que demuestra que este nuevo barco llena realmente una necesidad.

Es halagador comprobar que los interesados no solamente son navegantes del Río de La Plata, sino que muchos de ellos practican vela en lugares apartados, como Bahía Blanca, Necochea, Rosario y la laguna de San Pedro. Nuestro deporte se extiende y a no dudarlo será un factor más eficaz para que nuestro pueblo se haga marino, que todas les prédicas, un poco gastadas sobre la formación de la tan mentada “conciencia marítima”.

He notado que todas nuestras clases de veleros que han llegado a tener cierta popularidad, han tenido la virtud de formar un cierto “espíritu de cuerpo” entre sus adeptos. En visia de la gran difusión que promete este nuevo barco, va a ser interesante observar si este espíritu de asociación o de “familia”, se conserva a través de las distancias, en cuyo caso llegaríamos a formar una clase con las características del Snipe en Norte América y de otras similares allí.

En lodo caso, tanto desde este último punto de vista como del comportamiento del “Grumete” aún considerado en forme individual, deseo recordar, antes de entrar en materia con la parte constructiva, que es de la mayor importancia seguir el plano al pié de la letra. Este diseño ha sido cuidadosamente dibujado y calculado. Sus centros de gravedad, de deriva y de carena, su superficie mojada, su curva de estabilidad, han sido prolijamente determinados y en general, los elementos del dibujo, han sido ajustados unos a otros. Cualquier modificación arbitraria, tendería a destruir la armonía del conjunto, con grave riesgo de perjudicar el comportamiento de la embarcación.

Acompaño hoy la presente publicación, con una nueva tabla de puntos. Esta tabla, es una nuevo facilidad que se ofrece para la construcción del «Grumete”, y ha sido posible hacerla gracias a la existencia de un trazado en tamaño natural, del cual se han tomado las medidas. Esta subsiituye y anula por lo tanto la del mes anterior, y hace posible la eliminación si se desea del trazado en escala natural. Solamente habrá que hacerlo con las secciones, el espejo, el molde para el quillote, según el presente plano y la roda que aparecerá en detalle en el próximo número.

Como este artículo no pretende ser parle de un manual de construcción, sino que esté dirigido a los profesionales y aficionados con cierta experiencia, no he de describir todo el proceso desde el trazado a la terminación de la construcción, sino ciertas características y consejos especiales para la mejor comprensión y ejecución de los planos.

Trazado. — El plano de líneas publicado en el número anterior, se refiere al exterior del forro, que es de…

Anécdota a bordo del Dirigible Graf Zeppelin

por Germán Frers

«La escena transcurre a bordo del dirigible Graf Zeppelin, que sobrevuela a baja altura la costa española. Recordemos que German se encontraba viajando para participar en las olimpiadas de Berlín de 1939.

Yo había traído en mi maleta algunos útiles de dibujo para terminar los planos de un barquito, prometidos a una revista. El salón de la aeronave estaba solitario y me pareció una buena oportunidad para adelantar el trabajo, ya que estaba desvelado y hacía calor en la cabina. Desenrolle mis papeles sobre una mesa. Me enfrasque tranquilo en la tarea. Cada tanto, hacía alguna interrupción para abrir la ventana y ver España. De pronto, alguien tocó mi hombro y, al darme vuelta, me encontré rodeado de jóvenes rubios de uniforme blanco, con cara muy seria e inquisidora, quienes revisaron prolijamente mis papeles. Al final, la tensión se aflojó y afloraron las sonrisas. Nein, nein no era un espía ni estaba sacando planos del dirigible. En mis dibujos, aparecía nítidamente la silueta de un velero. 

El popular Grumete estaba naciendo en el Graf Zeppelin».

Extractado del libro Viajes, Diseños, Regatas de Germán Frers y copiado del libro Historia de la Clase Grumete de Juan Carlos M. García.